Quién era Zoe Argerich, la joven instructora de esquí que murió en Mendoza tras caer de una montaña

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La muerte de Zoe Argerich, una joven instructora de esquí que falleció tras sufrir un trágico accidente en medio de un descenso por la montaña en la localidad de Las Leñas, generó una gran conmoción en la provincia de Mendoza.

La joven de 24 años, oriunda de Luján de Cuyo, sufrió numerosos golpes que ocasionaron su deceso mientras esquiaba junto a sus primos, quienes también son expertos en esquí.

La joven fue asistida primero por los médicos del complejo en el lugar y trasladada de urgencia después al hospital más cercano, donde confirmaron su muerte por “politraumatismos por caída de montaña”.

Zoe daba clases en una escuela de esquí de Las Leñas, la misma en la que adqurió la habilidad para realizar la actividad desde pequeña. En sus redes sociales solía relatar los viajes que realizaba y cada aventura que realizó en los últimos años de la mano del deporte, principalmente por Europa y Estados Unidos.


Su muerte generó una gran conmoción dado que su familia atraviesa otra tragedia desde 2016. El 8 de diciembre de aquel año, Azul, hermana de la joven fallecida, también tuvo un accidente y permanece internada, en estado de coma, en la Fundación San Andrés.

El Diario Uno precisó que “Azul iba como acompañante en una camioneta que chocó contra un árbol en calle Terrada casi Boedo de Luján. Ella padeció un traumatismo de cráneo con pérdida de conocimiento y fue derivada al Hospital Español en Godoy Cruz. El conductor también quedó herido, pero sin lesiones de gravedad, al igual que otro amigo que viajaba con ellos”.


Patricia, mamá de las jóvenes, planta árboles por amor a la naturaleza y encabezó numerosas campañas en la provincia cuyana desde 2017, apenas algunos meses después del accidente.

El cuerpo de la víctima será trasladado a la morgue judicial de San Rafael para la realización de la autopsia. Interviene en el caso la fiscal Andrea Llorente.

Cómo es la zona donde se accidentó la joven mendocina
La zona Eduardo, denominada así porque en ese lugar murió un instructor en la década del 80, tiene una gran cantidad de variantes de bajada y pendientes muy pronunciadas, en plena montaña pelada, sin árboles.

Según los especialistas, “no tiene señalización especial, es como agarrar una montaña cruda”. Además, aclararon que el fuera de pista es tan peligroso que se firma un deslinde que implica que la persona está bajo su responsabilidad.

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