Desde el año próximo, los automovilistas de Nueva York que circulen por el distrito financiero de Manhattan deberán pagar una tarifa que oscila entre 17 y 23 dólares.
Se trata de una medida impopular, que ha sido impugnada ante los tribunales y que ha recibido fuertes cuestionamientos de los taxistas.
Con esta tarifa por congestión vehicular, la ciudad busca desalentar el uso de automóviles en las zonas más transitadas y recaudar ingresos esenciales para modernizar un sistema de metro deteriorado que utilizan a diario unos cuatro millones de neoyorquinos. Las autoridades piensan recaudar 1000 millones de dólares anuales para mejorar el sistema de transporte.
Cómo será el plan de Nueva York que busca gravar el uso de automóviles en su distrito financiero
El plan es similar a las tarifas que se aplican desde hace tiempo en Londres y Singapur. En concreto, según las autoridades, pretende mejorar la calidad del aire en la “Gran Manzana” descongestionando las atascadas calles de Manhattan.
Las autoridades insisten en que el cobro de la tasa ayudará al medioambiente al reducir la contaminación y hará más eficiente la circulación en la ciudad, agilizando los tiempos de viaje.
“Las tarifas por atascos son una oportunidad generacional”, afirmó John McCarthy, portavoz de la Autoridad de Transporte Metropolitano de Nueva York (MTA).
El plan pretende cobrar a los conductores por circular más abajo de la calle 60 en la isla de Manhattan, una zona que abarca los distritos de negocios de Midtown y Wall Street.
La MTA aún no fijó las tasas, pero estudia cobrar 23 dólares por transitar en hora pico y 17 dólares en horas de circulación menor.
Los taxistas de Nueva York están en pie de guerra
La iniciativa molesta a muchos. Al taxista Wein Chin le preocupa que la tarifa, que los conductores trasladarían a los clientes, derive en menos viajes.
El conductor gana entre 300 y 400 dólares a la semana y ya tiene problemas para pagar un préstamo de 170.000 dólares que debe por su licencia de taxista.
“No sé si podría sobrevivir, pagando la hipoteca y manteniendo a una familia”, dijo a la AFP este hombre de 55 años, quien emigró a Estados Unidos desde Myanmar en 1987.
La Alianza de Trabajadores del Taxi de Nueva York, sindicato que representa a 21.000 taxistas, calcula que la nueva tarifa podría suponer para los conductores una pérdida de ingresos de 8.000 dólares al año.
Sus afiliados salieron a la calle en las últimas semanas para exigir que se les exima del cobro de la tasa.
El presidente del sindicato, Bhairavi Desai, dijo que la tarifa podría suponer una sentencia de muerte para algunos conductores ya golpeados en los últimos años por una oleada de choferes de Uber y la pandemia de covid-19.
Unos 700.000 autos circulan por la zona financiera de Manhattan cada día
Unos 700.000 vehículos entran cada día en la zona de cobro propuesta, en la que los autos circulan a un promedio de 11 kilómetros por hora debido a los embotellamientos, según las autoridades.
La iniciativa pretende reducir el tráfico diario en un 10% y, por tanto, las emisiones de dióxido de carbono.
Las autoridades citan estudios que indican que en el centro de Londres las emisiones de CO2 disminuyeron un 20% tras la introducción de una tasa similar en 2003.
El gobierno federal estadounidense dio luz verde a la propuesta en junio de este año y las diferentes autoridades locales se comprometieron a introducir la tasa en la primavera boreal de 2024.
Pero el vecino estado de Nueva Jersey respondió demandando al gobierno. Alegó que el plan supondría una carga financiera injusta para aquellos que tienen que conducir hasta Manhattan para trabajar.
Ese estado también se opone a que sus residentes deban pagar por la mejora de la red de metro de Nueva York.