En el siniestro fallecieron más de 100 policías, 14 soldados guardiacárceles y más de 20 soldados y músicos de la Banda de Música y Guerra, que tenían su base en el cuartel de Infantería.
La importante pérdida de policías durante el terremoto y los días siguientes en las tareas de rescate y en prevención de la escalada de vandalismo, saqueos, robos y múltiples delitos contra las personas, demandó que todos en las fuerzas debieran dejar de lado sus pérdidas personales y se abocaran a las tareas de seguridad y otras que eran propias de la administración de gobierno, hasta tanto se reconstituyera la administración.
Muchos policías murieron cumpliendo su deber durante el terremoto y en los días que sucedieron. Quienes quedaron con vida se embebieron del juramento que ennoblece la misión de proteger y acompañaron, garantizando la estabilidad social y la gobernabilidad, dos años cruciales, hasta que se pudo recomponer, paulatinamente, la vida en sociedad en la nueva ciudad que comenzó a planificarse.
En conmemoración de todos ellos, el 14 de junio de 2000 se firmó la Resolución 607-S, que estableció el 20 de marzo como el Día de los Policías de Mendoza Caídos en cumplimiento del deber.