Los Indiana Pacers se llevaron una victoria impresionante en la cancha de los New York Knicks por 138-135, en la prórroga del primer partido de la serie final de la Conferencia Este de la NBA.
El regreso de los Knicks a la definición del Este, que se había hecho esperar desde el año 2000, giró de fiesta a pesadilla en los últimos dos minutos y 40 segundos de partido, tras dejar escapar una ventaja de 14 puntos.
Una sucesión de triples de Aaron Nesmith (30 puntos) y un doble imposible sobre la chicharra de Tyrese Haliburton (31) llevaron el partido a la prórroga, en la que Indiana certificó un duro golpe a las ilusiones neoyorquinas.
“Hay que reconocerles que cerraron el partido como llevan haciendo en todos los playoffs. Nosotros no estuvimos bien”, reconoció Jalen Brunson, figura local y máximo anotador de la noche con 43 puntos.
“Hemos jugado muchos partidos en los que parecía que el otro equipo tenía el control”, dijo por su parte Haliburton. “Pero no se acaba hasta que se acaba, hasta que (el reloj) llega a cero. Es una gran victoria”.
Con esta victoria, los Pacers mandan ahora en la final del Este por un global de 1-0 y siguen confirmándose como el equipo revelación de estos playoffs.