En el World Happiness Report -un informe que realiza la Universidad de Oxford en conjunto con la consultora Gallup-, se mide año tras año el índice de felicidad global. En ese ranking mundial, se determinó que la Argentina se encuentra en el puesto 42, la mejor posición desde el 2019.
Esto indica que nuestro país es el tercero más feliz de Sudamérica, detrás de Uruguay (28) y Brasil (36), pero por encima de Chile (45) y Colombia (61). Finlandia, por su parte, volvió a posicionarse por octavo año consecutivo como el país más feliz del mundo.
El reporte, que se publicó esta semana, utiliza factores como el PBI, la esperanza de vida, las personas que te rodean, la sensación de libertad, la generosidad, entre otros, y los analiza en los diferentes países.
Pero, ¿cómo definir la felicidad? Según la Real Academia Española, es un estado de grata satisfacción espiritual y física, aunque también puede ser una persona, una situación, un objeto o un conjunto de todos ellos. A su vez, establece que se puede comprender como un estado de ánimo que se caracteriza por la ausencia de inconvenientes.
“La felicidad no es completa cuando solo pienso en mí mismo, de una manera egoísta, la felicidad es completa cuando se comparte”, explicó Flavio Calvo, doctor en psicología y docente.
El especialista agregó: “Cuando lo que hago trasciende hacia otros y cuando lo que hago puede ayudar a otros en su crecimiento, en su bienestar, cuando trabajo para el bienestar de otros, estoy trabajando para el mío propio. Amarme a mí mismo a un punto tal que pueda después amar a otros”.
Esta cuestión de la felicidad compartida, también se vio reflejada en el informe de la Universidad de Oxford con la variable “actos de benevolencia”. Estos se definen como comportamientos sociales que pueden mejorar el bienestar tanto del que los realiza, como del que los recibe. Además, se distinguen tres tipos principales: donaciones, voluntariados y la ayuda a desconocidos.
En este apartado, la Argentina también quedó en el puesto número 42 en el ranking de actos de benevolencia a nivel mundial, mientras que se posicionó en el 128 de la ayuda a desconocidos. Según el informe, esto demuestra que los argentinos tienen menos confianza en la honestidad ajena.
