Irrigación presentó el Plan de Sequía, con lineamientos «obligatorios» y recomendaciones técnicas

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Se trata de una importante acción, dentro del Plan Hídrico de Mendoza, que se encuentra en elaboración. Cambio de paradigma.

El superintendente de Irrigación, Sergio Marinelli, y el director de Gestión Hídrica, Rubén Villodas, presentaron el Plan Especial de Gestión del Riesgo de Sequía (PEGRIS), que forma parte del Plan Hídrico de la Provincia de Mendoza que se encuentra en elaboración y establece los lineamientos obligatorios y recomendaciones técnicas para la gestión preventiva y proactiva del riesgo de sequías en la provincia al 2050.

La sequía dejó de ser un episodio excepcional para convertirse en una característica recurrente del clima local, con efectos cada vez más notorios sobre el abastecimiento humano, la producción y el ambiente. Y en una provincia donde más del 95% del agua disponible depende de la nieve invernal de Alta Montaña, la combinación de ciclos secos prolongados y creciente presión de demanda exige pasar de la gestión reactiva de “emergencias” a una gestión preventiva y proactiva del riesgo. Ese es el cambio de paradigma que ordena este plan.

«El Plan Maestro nos dijo cuáles van a ser, a futuro, los déficits si seguimos haciendo lo mismo que hacemos hoy. Estamos ahora en una segunda etapa, que es el Plan Hídrico Provincial, en el que estamos trabajando y nos va a dar lineamientos generales, medidas estructurales y no estructurales. Ya estamos ejecutando obras que responden a esa lógica de riego acordado y riego a demanda. Porque siempre decimos: está la nieve en la montaña, se derrite y el agua baja por los ríos, la administramos con embalses, la derivamos por canales, la manejan los inspectores y cada uno la usa en su casa, en el agro, en la industria. Todo eso tiene que estar en sintonía, porque si algo de eso falta, la ecuación se complica», sostuvo Marinelli.

«Es una acción más dentro del Plan Hídrico, muy importante, porque como sabemos qué va a pasar y que no nos va a alcanzar el agua, si seguimos haciendo lo mismo, el impacto será negativo. Entonces, ¿cuáles serán los impactos? ¿Cuánto miden esos impactos? Con datos ciertos, indiscutibles, con una misma terminología y todo basado en estándares internacionales. Eso es lo que busca esto, que hablemos del mismo idioma, que nos pongamos de acuerdo», agregó.

El Plan de Sequía es el marco que fija lineamientos obligatorios y recomendaciones técnicas para anticipar, mitigar y responder a las sequías y se efectiviza a través de Planes de Acción por Cuenca (PAGRIS) para los ríos Mendoza, Tunuyán, Diamante, Atuel y Malargüe. Y define una gobernanza clara: el Departamento General de Irrigación (DGI) es la autoridad de aplicación, que, a través de las subdelegaciones, implementa los planes en sus jurisdicciones en conjunto con comisión ah hoc.

¿Para qué sirve el plan?

Su objetivo general es reducir los impactos ambientales, económicos y sociales de la sequía. En concreto, priorizar la salud y vida de la población, asegurando el abastecimiento poblacional, minimizar daños sobre las actividades productivas conforme a la priorización de usos del agua y dar transparencia y participación pública a las decisiones. Para lograrlo, el plan establece mecanismos de monitoreo y detección, fija umbrales que definen fases de gravedad progresiva y asocia a cada fase medidas específicas y proporcionadas, siguiendo metodologías internacionales.

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