Durante la Semana de Mayo, que empieza el 18 y termina el 25, gran parte de los argentinos luce una escarapela en el pecho. Este gesto, que parece ser una tradición, tiene un significado más profundo que nos remonta a esos días previos a la Revolución de 1810.
La escarapela, con sus colores celeste y blanco, simboliza la unión y la identidad nacional. Durante aquellos días de mayo, los patriotas la usaron como un distintivo para diferenciarse de los realistas y mostrar su apoyo a la causa independentista.
Usar la escarapela sobre el corazón tiene un significado especial, ya que representa el amor, el compromiso y la pasión con la que se luchó por la libertad de la Argentina.
Llevarla en ese lugar refleja los sentimientos de patriotismo y respeto, además de estar “cerca del latido que impulsa la vida”, es decir, que el país siempre está presente en lo profundo de cada argentino.