Boca y San Lorenzo regalaron un clásico emotivo, con un segundo tiempo entretenido, con goles y resultado incierto. El Ciclón se puso en ventaja con un penal de Vombergar tras un penal de VAR (mano de Rojo). El Xeneize ajustó clavijas y pudo darlo vuelta con dos goles en una ráfaga de cuatro minutos (Giménez y Saracchi). De allí en adelante se vio la mejor versión del equipo de Diego Martínez, que pudo ampliar la ventaja sobre la hora (Merentiel).
Antes del pitazo final, Leguizamón descontó para los de Boedo y sentenció el resultado. El conjunto azul y oro otra vez dio una imagen pálida en la primera parte, pero supo reaccionar a tiempo con goles y lapsos de buen fútbol.
En una historia de dos mitades completamente opuestas, el Club de la Ribera logró adjudicarse con un vital triunfo ante uno de sus más acérrimos rivales. El encuentro no inició como lo esperaba el dueño de casa ya que el primer tiempo tuvo un dominio total por parte de los de Boedo, que aprovechó de los enormes problemas en la salida y se hizo muy fuerte presionando alto.
Los Matadores lograron pegar primero, ya que en un contragolpe Andrés Vombergar buscó un pase dentro del área que impactó en la mano de Marcos Rojo, acción que Pablo Echavarría sancionó como penal luego de ser instado a revisarla en la cabina del VAR. El propio delantero argentino naturalizado esloveno tomó la responsabilidad y cambió el remate por gol, al definir al medio y engañando a un Leandro Brey que apostó por su derecha.
San Lorenzo contó con muchas oportunidades (sumado a un polémico penal que no fue sancionado donde Brey derriba a Vombergar en el área) pero no logró aprovechar y pagó caro esa ineficiencia ofensiva en el inicio del complemento. Diego Martínez pateó el tablero para la segunda etapa, dispuso de tres modificaciones y tardó menos de 10 minutos en revertir el resultado adverso. Primero Milton Giménez, que se hizo enorme en el área chica y definió de volea, y luego Ezequiel Cerutti en su propio arco, tras el remate inicial de Marcelo Saracchi que se le escurrió por las manos a un Altamirano que vuelve a estar en el ojo de la tormenta. Ya con la ventaja de su lado, el Club de la Ribera no sufrió mayores sobresaltos e incluso estiró aun más la diferencia con un golazo de Merentiel tras la exquisita asistencia de Aaron Anselmino.
Boedo reaccionó y encontró un nuevo penal a su favor tras la infracción de Saracchi sobre Leguizamón, lo que le valió la expulsión al uruguayo y el delantero paraguayo no falló para volver dejar a tiro en el marcador a su equipo.
Con este resultado, Boca escala a la octava posición con 17 puntos en su haber mientras que en la tabla anual logra trepar a la sexta colocación con 42 unidades a su nombre. Por el lado de San Lorenzo, esta nueva caída agudiza aun más su enorme déficit en el plano local y en lo que respecta a este torneo permanece en la 26ma (antepenúltima) plaza con solo 7 puntos mientras que en el acumulado de los dos torneos aparece en el 24to escalafón con unas magros 23 unidades, a solo nueve de la zona de descenso.