La vicepresidenta ya votó por correo. El exmandatario lo hará este martes. Economía, inmigración, derechos de las mujeres: los principales puntos de diferencia entre los candidatos. Cerca de 240 millones de personas están habilitadas para ir a las urnas.
“Esto es extremo”. Esa es una de las frases más recurrentes que se escuchaban en Nueva York y se escuchan en Washington, entre trabajadores, personas jóvenes, adultos mayores, que ven a esta elección no solamente como un enfrentamiento entre idearios que están en las antípodas en términos políticos, sino también entre dos personalidades absolutamente contrastantes, Donald Trump y Kamala Harris.
La fortaleza de la vicepresidenta y candidata demócrata, al menos en los testimonios que pudimos recabar, tienen que ver con la seguridad social, o lo que perciben será su programa en materia de seguridad social, y los derechos reproductivos, la libertad para las mujeres y el debate central por el aborto. Harris se para en un escenario que le otorga derechos y libertades a las mujeres y se opone a que el gobierno sea el que determine qué hacen las mujeres con sus cuerpos.
Para hacerse fuerte, Trump se para en las debilidades de la gestión de Joe Biden y en la imposibilidad de Harris de despegarse del gobierno del que formó parte. El principal eje de su discurso, al que los jóvenes hacen alusión permanentemente, son los números de su economía. Los testimonios que más se escuchan hacen referencia a que el gobierno republicano dejó indicadores económicos superadores a los que deja el gobierno demócrata.
Se espera que la brecha de género sea quizás la más nítida, la más clara en esta elección. Las mujeres respaldando mayoritariamente a Kamala Harris y los hombres respaldando mayoritariamente a Donald Trump. Por supuesto, también habrá una brecha que tenga que ver con el Estados Unidos profundo, ese que siente que Trump vino para darles una voz a los no escuchados, a los perdedores de la promesa de la globalización. Hay una brecha entre ese país profundo y los centros urbanos. No obstante, probablemente la brecha más nítida sea la brecha de género.