El presidente electo de Bolivia, Rodrigo Paz Pereira, heredará un país en recesión, con una elevada inflación, falta de liquidez y una grave escasez de combustibles que virtualmente paralizó el transporte y la economía del país.
El fin de 20 años de gobiernos del Movimiento Al Socialismo (MAS) llega en medio de una grave crisis económica que condicionará la gestión del nuevo mandatario.
“El nuevo gobierno, apenas asuma, necesitará dólares para responder a las importaciones más urgentes”, resumió el economista boliviano Alberto Bonadona.
Además, la tensión social, sumada a la crisis que podría desatar una eventual detención del histórico exmandatario Evo Morales, bajo acusación de trata y una orden policial de arresto incumplida, amenaza con desencadenar una fuerte presión política en el corto plazo.
Paz Pereira ganó el histórico balojate del domingo con más de 54% de los votos sobre el candidato derechista Jorge Tuto Quiroga, de alianza Libre, que obtuvo el 45%.



























