Entre las medidas que tomó el Gobierno para intentar absorber los pesos que se liberaron luego de la última licitación de deuda, en la que solo se refinanció el 60% de los vencimientos, el Banco Central (BCRA) subió los encajes que pesan sobre los depósitos realizados por fondos comunes de inversión (FCI) money market. Estos vehículos, de gran liquidez y rescate inmediato son usados por las billeteras virtuales para remunerar los saldos de sus clientes.
Los encajes -también conocidos como efectivo mínimo- son la porción de los depósitos que los bancos deben mantener inmovilizados en cuentas en el BCRA (mayoritariamente a tasa 0%) por motivos de seguridad sistémica. El porcentaje a encajar varía en función del tipo de depósito (no es igual sobre cuenta remunerada que sobre un plazo fijo a 360 días) y del tamaño de la entidad.
A principios de agosto, los encajes sobre los depósitos realizados por los FCI money market habían subido de 20% a 40% del total. Desde la semana que viene, llegarán a 45%. Sin embargo, esos cinco puntos adicionales no serán a tasa cero, sino que los bancos podrán integrarlos con títulos públicos que el Tesoro ofrecerá en una subasta especial para bancos.
A priori, una suba de encajes afecta negativamente al rendimiento de los depósitos afectados. Si el banco tiene que dejar más pesos inmovilizados como encaje, tiene menos para prestar y hacer una diferencia por esa intermediación. En consecuencia, ofrece una tasa más baja a los depositantes que, en este caso, son los FCI. Estos últimos, a la vez, trasladan ese recorte a sus usuarios.
No obstante, esta vez el aumento en la exigencia de efectivo mínimo será remunerado, porque se podrá dar cumplimiento a la norma integrando títulos públicos, cuyas tasas vienen creciendo en las últimas semanas.