Una nueva cepa de la viruela del mono o mpox ocasionó preocupación en las autoridades sanitarias ante el creciente número de casos que se están produciendo en África. La enfermedad es letal en la República Democrática del Congo donde provocó la muerte de 450 personas.
Además, la cepa fue extendiéndose por otros países como Kenia, Ruanda o Burundi que notificaron la presencia de pacientes infectados. En ellos, ni siquiera se había registrado nunca ningún caso. Ante este escenario, la Organización Mundial de la Salud (OMS) está considerando declarar la emergencia internacional, algo que ya ocurrió desde julio de 2022 a mayo de 2023 cuando una variante más leve, la clado II, infectó a casi 100.000 personas en todo el mundo.
La nueva variante, Clado I, está resultando ser mucho más letal, dejando además más de 13.000 personas infectadas en la República Democrática del Congo. El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, señaló el pasado domingo en su cuenta de X: “Estoy considerando convocar un Comité de Emergencia del Reglamento Sanitario Internacional para que me asesore sobre si el brote de mpox debe declararse una emergencia de salud pública de importancia internacional”.
En el mensaje también incidía en que los gobiernos locales estaban intensificando su respuesta inmunitaria, precisamente, para tratar de frenar la transmisión, pero recalcaba el hecho de que es necesaria una mayor financiación, así como un mayor apoyo, para dar una “respuesta integral” al problema.