Una situación inédita tuvo lugar este martes en el Paso Fronterizo Pino Hachado, cuando personal de Aduana y Gendarmería detuvo a un conductor que viajaba con una mujer de 76 años muerta en el auto, sentada en el lugar del acompañante como si fuera una pasajera.
La actitud nerviosa del automovilista fue lo que llamó la atención de los funcionarios. Al acercarse al vehículo, el hombre manifestó que su esposa no podía descender del mismo por su edad, pero el engaño no duró más que unos segundos.
Según se supo, el hombre de 69 años relató una situación que ocurrió alrededor de las 4 de la madrugada, mientras esperaban en la fila de vehículos que se forma antes del ingreso al paso Pino Hachado.
Allí, cuenta que su esposa empezó a tener síntomas de fiebre y pedir agua. En cierto momento, la familia pensó que la mujer se había dormido, por eso esperaron en el lugar.
Sin embargo, el personal sanitario de la Aduana la revisó y confirmó que ya no presentaba signos vitales.