El Gobierno busca quitarle fuerza al paro nacional que anunció la Mesa Nacional del Transporte para el 30 de octubre y apunta contra el dirigente de Camioneros, Pablo Moyano. “Va a perjudicar a la gente que tiene que ir a trabajar. El resto de los gremios tiene que definir de qué lado quiere estar”, expresó a un funcionario.
Es por eso que la Casa Rosada presiona al secretario de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), Roberto Fernández, para que no adhiera a la medida de fuerza. El secretario de Trabajo, Julio Cordero, llamó hace más de diez días a conciliación obligatoria para que se avance en la discusión salarial con los empresarios.
El secretario de Transporte, Franco Mogetta, también se involucró en las conversaciones con los gremios y mantuvo reuniones este martes en Balcarce 50. En la mesa chica de Nación sostienen que “los sindicalistas tienen una alta imagen negativa” y creen que un paro no afectará al Ejecutivo.
Descartan además dar marcha atrás con las desregulaciones que impulsó el ministro Federico Sturzenegger en el sector aerocomercial y en el transporte de larga distancia. “No vamos a retroceder con esas reformas. Los gremios van a tener que adaptarse o seguir confrontando. Tenerlos en frente para nosotros es ganancia”, manifestó a este medio un colaborador del Ejecutivo.
El secretario de Transporte, Franco Mogetta, también se involucró en las conversaciones con los gremios y mantuvo reuniones este martes en Balcarce 50. En la mesa chica de Nación sostienen que “los sindicalistas tienen una alta imagen negativa” y creen que un paro no afectará al Ejecutivo.
Descartan además dar marcha atrás con las desregulaciones que impulsó el ministro Federico Sturzenegger en el sector aerocomercial y en el transporte de larga distancia. “No vamos a retroceder con esas reformas. Los gremios van a tener que adaptarse o seguir confrontando. Tenerlos en frente para nosotros es ganancia”, manifestó a este medio un colaborador del Ejecutivo.