Aun con un Índice de Precios al Consumidor (IPC) que mostró un avance mensual prácticamente calcado —2,4% en noviembre de 2024 y 2,5% en noviembre de 2025, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec)—, el escenario inflacionario cambió en un año.
La cifra interanual fue la señal más evidente de un nuevo clima: pasó de 166% a 31,4% entre un noviembre y otro, un derrumbe que explica la diferencia de contexto. En 2024 se transitaba un año de inflación de tres dígitos; en 2025, la nominalidad mensual se sostuvo en niveles similares, pero con una economía más estabilizada.
Pese a las diferencias, el de Alimentos y bebidas no alcohólicas dejó de ser el rubro con menor variación del mes —apenas 0,9% en noviembre de 2024— para ubicarse entre los tres de mayor aumento en noviembre de 2025, con 2,8% a nivel nacional y picos superiores al 3% según la región.
La recomposición del rubro no fue homogénea. Entre los productos que más empujaron la variación mensual en noviembre 2025 aparecieron los frescos, en especial los que un año antes habían moderado la dinámica: frutas, verduras y algunos cortes de carne volvieron a ajustar por encima del promedio del rubro. También se destacó la suba en panificados y lácteos, que aportaron a la incidencia dentro de cada región.



























