El Gobierno enfrenta otra prueba ante el mercado, con una licitación de deuda en la que debe renovar $7 billones ($6,7 billones de Letras y el resto por el vencimiento de un bono CER). El menú de instrumentos es amplio y el Gobierno volvió a tomar medidas para ayudar al Tesoro en la tarea de refinanciar sus compromisos de modo tal de evitar una inyección de pesos que impulse al dólar.
Por un lado, el Banco Central (BCRA) definió una nueva suba de encajes a partir del lunes que viene, además, aumentó la proporción del requerimiento que se puede cumplir con bonos.
El incremento de la exigencia de efectivo mínimo, que se suma a las modificaciones previas, se podrá integrar con títulos públicos comprados en licitación primaria y cuyo vencimiento sea de al menos 60 días.
De esta manera, el organismo busca forzar a los bancos no solo a renovar la deuda sino también a extender sus plazos. En las entidades esperan que las medidas sea temporales y reconocen que la remuneración de una parte de la exigencia aliviará el impacto en sus balances.